Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1858-1860 (Cortes de 1858 a 1863)
Sesión: 3 de mayo de 1859
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Discurso
Número y páginas del Diario de Sesiones: n.º 108, 2.951, 2.952
Tema: Ferrocarril Albacete a Cartagena

El Sr. SECRETARIO (Goicoerrotea): Sobre el artículo 5.º hay una enmienda del Sr. Sagasta respecto a las condiciones.

 El Sr. SAGASTA: Me había propuesto, Sres. Diputados, dirigir algunas observaciones a propósito de esta enmienda para todos los ferrocarriles; pero viendo preocupado, como es natural, el ánimo de los señores Diputados con sucesos muy graves, y creyendo que no están dispuestos a oír largos discursos ni sobre ésta ni sobre otras materias, que no tengan relación con esos sucesos, voy a limitarme únicamente a manifestar con la posible brevedad las razones que existen en apoyo de la enmienda que con otros seis Sres. Diputados he tenido la honra de presentar a la deliberación del Congreso.

Reasumiendo el contenido de la enmienda, quiere decir lo siguiente: que la empresa no haga ahora lo superfluo, para que deje de hacer mañana lo necesario. Este es ni más ni menos el pensamiento de nuestra Enmienda. Dice la condición que hace referencia a este artículo, que las obras de fábrica se harán para dos vías, sin embargo de que no necesita más que una. Pues yo digo: háganse sólo las obras de fábrica para una vía, y cuando sea necesario establecer una segunda vía, se aumentarán las obras necesarias para esta otra vía.

Señores, esta previsión de hacer las obras de fábrica necesarias para dos vías podría admitirse cuando [2.951] estuviese cercano el día en que fuera indispensable el establecimiento de una segunda vía; y aun en este caso sería perjudicial. Pero, ¿cuándo en la generalidad de los ferrocarriles habrá necesidad de establecer dos vías, particularmente en un ferrocarril que se dirige al Mediterráneo y que es el quinto o el sexto que va a ese mar? Yo creo, señores, que ha de pasar tanto tiempo hasta que el establecimiento de una segunda vía sea necesario, que el capital que se emplee ha de quedar por tanto tiempo improductivo, que es un gran error económico el hacer emplear a una empresa un capital considerable en obras que no son necesarias. Lo menos en cincuenta años no ha de ser necesario el establecimiento de segundas vías, porque si lo fueran en todos los ferrocarriles que van al Mediterráneo, ¿cuántas vías no serían necesarias en el tronco de donde parten todas las líneas, cuántas no serían necesarias desde Madrid a Albacete? Otras tantas por lo menos como ramales parten desde Albacete hasta el Mediterráneo: y sin embargo la ley de la concesión del ferrocarril de Madrid a Albacete no exige ese gran número de vías.

Pues bien: se dice en la enmienda: haga la empresa las obras de fábrica para una sola vía, y cuando el Gobierno lo estime conveniente y el tráfico lo exija, la empresa hará las demás obras para establecer la segunda vía. Y esto es lógico, Sres. Diputados, porque haciendo un cálculo sencillo, resulta que en cincuenta años el interés, o mejor dicho, el capital que se invierta en la construcción de esas obras al 5 por 100 con interés compuesto, viene a multiplicarse por 11: es decir, que si ascendían a un millón, al cabo de cincuenta años este millón se elevaría a 11 millones: y si el interés era de un 6 por 100, el millón se convertiría en 18 millones, cuya enorme cantidad había dejado de obtenerse por hacer improductivo el capital que la había de producir. iPues por mucho que costase luego el establecimiento de la segunda vía y las correspondientes obras de fábrica, de seguro no habían de importar esos 18 millones: eso sin contar que llegado el caso de la ejecución, tanto el sistema de construcción, como el precio de los materiales, pueden haber mejorado. Además señores, ¿a qué se han de invertir capitales que no han de proporcionar utilidad hasta dentro de mucho tiempo? Y aun entonces, Sres. Diputados, ¿quién sabe si dentro de cincuenta años los caminos de hierro que ahora parecen tan importantes, habrán sido sustituidos por otro sistema u otro elemento desconocido al presente para la inteligencia del hombre? Se me dirá quizá que resulta un beneficio a la empresa de no hacerse las dos vías. En primer lugar, aquí no hay empresa; pero aunque la hubiese y se tratara de una empresa determinada, aquí no se la exime de ese sacrificio, sino que solamente se aplaza y se la dice que en lugar de hacer un sacrificio ahora, que no hace falta, lo hará más tarde. Por consiguiente, aquí no resulta daño alguno al Estado, y puede resultar un beneficio a las empresas; de aquí que los Sres. Diputados no deben tener inconveniente en admitir la enmienda que proponemos.

En otros países en que ha habido la previsión de hacer dos vías, se ha visto que produce un gran error económico considerable, y que los capitales que se emplean en ellas se podrían emplear más útilmente en otras obras de importancia, como para aumentar los caminos afluentes a esas vías, para construir los ferrocarriles movidos por fuerza animal, o emprender otras obras públicas en beneficio del país.

Por estas razones suplico al Congreso se sirva tomar en consideración esta enmienda.



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